Estoy dándome cuenta de que no es tan fácil enfrentarse a un campo en blanco y empezar a escribir, especialmente si no tienes nada que decir, o si lo que tienes que decir está tan profundo que siempre te lo has guardado para ti.
Hace tiempo que al ir por la calle me encuentro con la sensación de nostalgia. Nostalgia por un tiempo en el que no he vivido. Miro el cielo, especialmente en días claros, en los que lo que yo llamo "la nube de mierda" que suele cubrir la ciudad es más tenue, tanto que permite ver el azul del cielo en toda su intensidad. Esta imagen me evoca siempre el mismo pensamiento: estoy viendo el pasado, veo el mundo tal cual lo vieron aquellos que vivieron hace años, cuando la industrialización no había ocupado esta ciudad (aún hoy no lo ha hecho mucho) y el hombre moderno no se desplazaba en máquinas de metal, polímero y grasa, que consumen carburantes, sino en máquinas vivas, alimentadas a su vez de vida. En esos momentos me quedaría soñando durante horas, aunque no puedo evitar caer siempre en la misma reflexión: ¿acaso el tiempo pasado fue mejor? Pues la verdad, no lo sé.
La felicidad con la que nos enfrentamos a la vida no depende de lo que nos toque vivir, ni la dureza de nuestra labor diaria. Es algo mucho más profundo, es algo que está dentro de nosotros, en nuestro fuero interno. Es la simple y llana actitud del conformismo con el que nos enfrentamos a nuestra vida.
A esta reflexión llego al mirar a mi alrededor, y al ver cómo mi actitud hacia la vida es siempre de espera, una eterna espera que me impide estar contento con nada. Soy un inconformista crónico. Siempre necesito algo más, un poco más. Y parándose a pensarlo un poco, me doy cuenta de que a todos nos pasa, aunque la forma de expresarlo sea distinta.
Albergamos constantemente la esperanza de tener algo más: un nuevo coche, una nueva prenda de vestir, una nueva película, una nueva historia de amor, un nuevo empleo, un nuevo viaje... y no nos damos cuenta de que en realidad necesitamos otro modo de vida. La raza humana no ha evolucionado al mismo ritmo con el que hemos hecho cambiar el mundo y nuestra forma de sobrevivir, de perpetuarnos. Huelga decir que no estamos en nuestro medio natural, sino en un medio artificial creado por nosotros mismos y cuya única consecuencia ha sido la de provocar el descontento continuo en la mayoría de nosotros: depresión, frustración, desazón, camión (XD)...
He de decir que todo esto no lo cuento aquí para aportar una solución, ya que no la hay. No podemos cambiar el system establecido, por mucho que algunos crean que es posible. Cada paso positivo que demos será vuelto atrás por otros intereses, más poderosos que el individuo y más poderosos que la misma población. Nada puede una mayoría de 6000 millones de personas contra aquéllos que controlan la mente colectiva.
Así pues os envío un consejo: no os frustréis si no podéis cambiar las cosas, vivid lo mejor que podáis y aportad un granito de arena en beneficio de los demás ya que de no hacer nada, la cosa sería aún peor.
Si soy un pesimista, decídmelo por favor.
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ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con todo lo que pone en este post, y además me siento identificado con este patrón de pensamiento, que comparto en su totalidad.
ResponderEliminarNo creas que todos somos inconformistas crónicos, no, de hecho somos muy pocos, la mayoría de las personas que ves a tu alrededor se aferran a un clavo ardiendo y se conforman con lo primero que se les cruce que les ofrezca estabilidad y seguridad.
Nosotros, los inconformistas crónicos como bien etiquetas, no lo tenemos tan fácil, porque siempre queremos más, y no desde el prisma de la ambición, sino desde el punto de vista exclusivo de nuestro bienestar moral para con el mundo. Tenemos la capacidad de reconocer la trampa tras el caramelo que nos ponen delante, y no lo cogemos, en cambio, seguimos nuestra eterna búsqueda. Nunca seremos felices, porque siempre desearemos lo que no tenemos, y cuando consigamos lo que queremos, volveremos a querer otras cosas que no tenemos y así en un bucle infinito.
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Jorge Manrique lo tenía claro, yo aún dudo de cual es la respuesta a esta pregunta, sinceramente, no lo sé.
Mientras, seguiramos mirando al cielo, soñando, siempre soñando. El día que dejemos de soñar, entonces el sistema habrá ganado, habremos mordido el anzuelo y caído en la trampa, y eso es una pena, porque como dice la canción "este vivir un rato, para morir más tiempo" nos recuerda que el reloj de arena se consume, después dejaremos de existir, infinito.
Como mola que a uno le entiendan cuando pone las tripas en lo alto de la mesa.
ResponderEliminarTodavía me acuerdo del día en que hablamos de que todo tiene un poquito de mierda.
Ya sabemos quién va a hacer las letras en Inearth!! Me gusta el blog pequeño Kanfor... ya lo tengo en favoritos.
ResponderEliminarSolo es inconformista el que tiene sus necesidades basicas cubiertas, el que no tiene nada no es inconformista sino que destina todo su tiempo a la supervivencia que es para lo que estamos geneticamente diseñados, en la sociedad actual al tener las necesidades basicas cubiertas comienzan los problemas de inconformismo, depresion... para el hombre, por ejemplo los paises nordicos son los que tienen una "calidad de vida" mas alta segun muchos indicadores y sin embargo tienen una tasa de depresiones y suicidio mas elevada que la media europea, fijaos que la tasa de suicidio en el tercer mundo es menos elevada... da que pensar.
ResponderEliminarPD. por cierto echad un vistazo a este blog http://www.eduardpunset.es/blog/?p=119
“¡El titulo siempre se escribe al final!” Igual que al final todos tendremos un guión escrito: unos aquí otros los plasman de otras formas, pero yo creo que TODOS tienen esas mismas necesidades de las que habéis estado hablando. A “TODOS” me refiero a los que vivimos en este entorno social del desarrollo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con “-____-“.
No pretendo aportar soluciones a algo que no se si lo tiene, pero si se puede intentar albergar las cosas k nos puedan llevar a lo mas cercano de ese conformismo. Si un coche, un nuevo curro..., no nos lleva a ese conformismo, ¡porqué no intentar anhelar otras cosas!
Igual si necesitemos ese medio natural del que nos originamos, e igual, si que existen múltiples formas de conseguir una aproximación a esos inicios de nuestra existencia. Somos animales envueltos en un traje (unos más que otros), y quizás, solo nos sentimos verdaderamente bien, cuando llevamos a cabo las actividades que nos describen como tales.
Puesto que es muy difícil vivir de esa manera en esta sociedad, yo por ahora me quedo con una mezcla de vuestros comentarios (kanfor y Jose Lun): lo mejor es vivir soñando lo mejor posible, con la gente que queremos, intentando un beneficio por los demás, y así, si no ser mas felices, por lo menos sentirnos un poco mejor.