Secciones

5/7/09

Alienígenos

Desperté.

La mirada nublada, sentía una gran pesadez en la cabeza. Vi una luz cegadora y me escocieron los ojos. Parpadeé varias veces, pero no pude evitar no ver nada hasta pasado un buen rato.

Las sienes me palpitaban, en mis oídos sentía una gran presión. Escuchaba mi respiración, fuerte y lenta. Sentía carraspear mi pecho. Parecía que el contenido de mi cabeza quería derramarse fuera, expulsado por el empuje de mi respiración y la presión de mis sienes. Me sentía a la vez lejos, extraño, era una sensación desagradable, como si mi cerebro no estuviese funcionando bien. Algo había dentro de él que no le permitía conectar con la realidad.


Inspiré hondo, varias veces y seguí parpadeando hasta que mis ojos se adaptaron al fin a la luz cegadora. Miré alrededor, intenté fijarme en los detalles que me rodeaban, pero no fui capaz de enfocarlos.

Volví a cerrar los ojos.

Al fin logré tener conciencia de mí mismo, de mi cuerpo. Noté que mis extremidades superiores se encontraban abiertas, hacia los lados... ¿cómo se llamaba esa posición?... ¡Ah! sí... en cruz. Intenté moverlas y no lo logré. Algo las sujetaba.

Seguía con los ojos cerrados y no podía mover la parte superior de mi cuerpo. El cuello estaba rígido también. Continué explorando en mí. Fui consciente de mis extremidades inferiores. Recordé en cuántas ocasiones había dado saltos con ellas. (Era difícil mantenerse en pie...)

Probé a agitarlas. Y de nuevo noté que algo impedía el movimiento. Se mantenían separadas, casi habría dicho que estaban también en cruz, por el dolor que sentía en... ¿cómo se llamaba esa parte? No logré recordarlo.

Abrí de nuevo los ojos y miré alrededor. La luz no era tan cegadora y los detalles comenzaron a tomar forma. Todo lo que veía era nuevo para mí, o al menos poco familiar. Tras la luz cegadora había un techo grisáceo. Giré los ojos y logré ver la pared, gris también... ¿O era blanca? No conseguía saberlo. Había algo en ella, una mancha coloreada, no sabía qué era.

De pronto apareció en mi ángulo de visión un ser. Era grande, más que yo, su cuerpo era blanco, muy blanco y sobre él había una cabeza, también rematada en blanco. Centraba su atención sobre un objeto que sostenía en sus extremidades superiores, también blancas, muy diferentes de las mías, pero más complejas. Por sí solas demostraban la capacidad de hacer cosas inimaginables para mí. Sus movimientos eran poéticos, bellos, transmitían una habilidad que yo jamás hubiese alcanzando. (En algún momento he estado en ellas...)

De pronto otro ser, de color blanco refulgente se acercó también. Éste no demostraba habilidad y no reparó en su compañero. Vino directo a mí. Con un movimiento rápido se acercó. Sus ojos negros se posaron sobre los míos, se giró rápidamente y emitió un sonido profundo, que se clavó en los más hondo de mi cerebro confuso. No recordaba haber oído nunca algo así. (O tal vez sí...).

El ser de los ojos negros y sonido grave volvió a desaparecer de mi ángulo de visión y de nuevo observé al de las extremidades hábiles. Ya no prestaba atención a lo que sujetaba en ellas, sino al ser de los ojos negros. Supuse que al ser de sutiles movimientos también se le había clavado la vibración del estruendo de aquél en la cabeza. Me observó. Sus ojos eran negros también, pero menos amenazadores, más pequeños, aunque al parpadear, lenta, sutilmente, tal cual realizaba todos sus movimientos, mostraron una frialdad y un desprecio que me heló por dentro.

No lograba saber qué eran esos seres pero no sentían hacia mí el más mínimo aprecio y sus intenciones eran difíciles de determinar.

No tardé en saberlo.

El ser de la voz grave se me acercó. Su rostro era blanco también, excepto los ojos, negros y profundos. Manipulaba en sus extremidades superiores un objeto afilado, largo, brillante. Pronto vi cómo ese objeto desaparecía de mi ángulo de visión, bajo mis ojos, y realizaba un movimiento rápido descendente. Al separarlo de mí no conservaba su brillo. Estaba deslustrado por un fluido oscuro.

El ser de movimientos lentos se acercó, emitió un sonido también, no tan gutural y penetrante como el de su adlátere, sino más taimado y sereno. El de ojos oscuros respondió con su estruendo profundo. Comprendí que mantenían una conversación. El ser de extremidades hábiles se retiró y dejó hacer al otro.

Sentí que extraía algo bajo mi ángulo de visión. No logré ver qué era hasta que lo alzó. Me fue imposible reconocerlo, ya que nunca había visto algo parecido. Se trataba de una masa alargada y translúcida, de color claro (casi como la piel del grano....), saltpicada de manchas oscuras.

El ser oscuro introdujo algo en ella, un artilugio desconocido. Hizo circular por dentro del artilugio un fluido transparente. Lo mantuvo así y se alejó.

Tuve ocasión entonces de comprender que la masa alargada que había aparecido bajo mis ojos salía de mi interior. No podía ser otra cosa. Intenté agitarme y noté cómo una de mis extremidades superiores se soltaba. La tensión que sujetaba la otra de mis extremidades me hizo caer hacia ese lado y me ladeé hacia ella. Quedé tumbado de esa forma, inmóvil, sin fuerzas para moverme. El instrumento de mi interior se desprendió y el líquido se derramó. Pude ver cómo se desplazaban rápidamente hacia mí los grandes seres de color blanco intenso (casi tan blanco como yo...)

Sin embargo, hubo algo que me llamó más la atención que el revuelo causado por mi pequeña jugarreta: la posición que adopté me permitió ver que no era yo el único que estaba siendo víctima de los experimentos de aquellos seres. A mi lado pude contemplar el cuerpo de un ser conocido, inconfundible. Se encontraba en la misma posición en que yo me encontraba hasta que logré liberar una de mis extremidades. Su cuerpo blanco y peludo se mantenía atado por las extremidades a cuatro enganches sobre la superficie en que estaba tendido.

Era mi hermano.

Su cabeza estaba fija en el techo, sin embargo creí ver que su ojo,
de un intenso color rojo, se había topado con el mío. Su rostro no se alteró, ni un pelo del bigote y vi que tenía la expresión perdida. (No parecía capaz de recordar...)

El ser de voz profunda me colocó de nuevo en la posición anterior, frente a la luz blanca. Emitió de nuevo sonidos, esta vez más intensos y penetrantes que antes. Gritó al ser de suaves movimientos y retiró bruscamente el instrumento de mi cuerpo. Esto provocó que escapara más fluido rojo del que había visto antes deslustrando el instrumento brillante. El ser de ojos negros se agitó, emitió más sonidos y acercó sus extremidades hacia mí.

Sentí finalmente que me soltaban y que aquel ser enorme me alzaba. El movimiento me aturdió, más aún de lo que estaba. Contemplé cómo el ser de ojos negros prendía otro objeto, compuesto de dos cizallas en forma de cruz. Lo acercó a mi pecho con un movimiento rápido.

Mientras lo hacía recordé a mi hermano, siempre conmigo, en ese extraño hogar enrejado que compartíamos con otros muchos. Desde el nuestro veíamos a otros como nosotros, que vivían sus vidas, comían su grano y bebían su agua. (Todos corríamos en la rueda...)

Vislumbré en mi memoria a los grandes seres de ojos negros, siempre presentes, con sus cuerpos blancos. Se acercaban a nuestros hogares y nos daban la comida que, como los demás, tomábamos mi hermano y yo. De vez en cuando nos sometían a torturas. Nos aguijonaban con sus instrumentos metálicos. Nos inyectaban fluidos claros y nos extraían fluidos oscuros.

Sin embargo yo era feliz, junto a él, a mi hermano, siempre con aquellos grandes ojos rojos,
que resaltaban tanto sobre su cuerpo blanco brillante. Corríamos en la rueda y saltábamos sobre nuestras patas traseras (eran buenos tiempos...)

Mis recuerdos se interrumpieron cuando el ser de ojos negros acercó su extraño instrumento a mi cuerpo y cruzó las cizallas. Sentí que algo se partió en mi interior. Dejé de respirar. Mi corazón dejó de latir.

La presión en mis sienes cesó. Me sentí en paz.

Caí al vacío y aterricé sobre algo blando. La conciencia me acompañó lo suficiente para ver un lugar de paredes negras en el que otros tantos como yo descansaban en aquellas fosa negra.

Blancos, salpicados de fluido oscuro y de ojos rojos muy abiertos.

Muy abiertos. Y muertos.

Muy muertos.




4/7/09

Cuando yo lloraba

Cuando yo lloraba
sentía oprimir mi garganta
me lamentaba al ser
lo que no quería.

Resbalaba en silencio
caricia en mi cara
sucumbía sereno
me liberaba a la nada.

Qué me hacía humano
respondía:
"no ocultar lo que sientes
temeroso de temer
lo que otros piensan".

Ahora no lloro, ni siento
ahora oculto y guardo
ahora callo y callado
ahora abajo
caigo y caigo.

En silencio...

En silencio.

2/7/09

Invade y conquista

Los israelitas tienen claro. No desean perseguir a Hamás, ni acabar con el terrorismo. Desean conquistar el estado palestino haciendo la guerra sucia. Están invadiendo un país que no tiene defensa mediante el uso de armas futuritas (provistas por la todopoderosa industria armamentística de USA, claro está).

Su estrategia no es bombardear objetivos clave de la Resistencia, sino atacar a pilares fundamentales como son las universidades, hospitales, edificios de víveres donados por la ONU, escuelas, ministerios, etc. logrando así dejar a la población exenta de algo básico para resistir como es la cultura, el pensamiento propio, un pueblo formado, un pueblo autosuficiente.

Cuando el pueblo palestino haya sido despojado de su cultura e infraestructuras, cuando no sean más que un país de pobres, entrarán americanos y judíos a reconstruirlo con sus inmensas corporaciones. Y así seguirán haciéndose más y más ricos.

Este documental, emitido la otra noche en Documentos TV, muestra bastante bien la situación. Además da pie a otras preguntas: ¿dónde está la conciencia de la Comunidad Internacional permitiendo estas situaciones? ¿En qué piensa la ONU cuando permite ésta y otras guerras abiertas tanto en Oriente Medio, como en África como en Sudamérica? ¿Tiene acaso conciencia la Comunidad Internacional?

Visto lo visto para nada. Sólo piensan en ellos y en su puto ombligo. Estamos a tiempo de cambiar, aunque no demostremos que así lo deseemos como se ha visto en el resultado de las elecciones europeas.

Recomiendo que veáis el documental.